Si todas las Elecciones Municipales tienen su importancia, las del año 2011 se presentan en un contexto de crisis económica que ha afectado a todos los sectores económicos, , a la sociedad en su conjunto y ha provocado un impacto en las administraciones publicas tanto en las decisiones a tomar como en la reducción de los ingresos.
En este situación debemos plantearnos un debate sobre el papel de los Ayuntamientos y de las Comunidades Autónomas en pleno siglo XXI.
Han pasado mas de 32 años desde las primeras elecciones municipales es un buen momento para analizar cual es el papel de las administraciones publicas hoy.
La ultima legislatura municipal se ha caracterizado por la ausencia de recursos públicos, solo el “vilipendiado” Plan E, que ha inyectado financiación a las inversión local, ha permitido que los ayuntamientos justifiquen su actividad y utilidad ante los ciudadanos, realizando inversiones, que de otra manera no se hubieran hecho , ante la falta de recursos propios y la ausencia generalizada de financiación por parte de las administraciones autonómicas.
Por el contrario las Comunidades Autónomas, que controlar el 40 % de los recursos públicos que se obtienen de los impuestos, ante la falta de inversión pública, mantienen un discurso contradictorio, lanzan balones fuera para justificar y justificarse su incapacidad para tomas decisiones económicas y fiscales valientes y no demagógicas. Viven agazapadas en el matorral de la confusión para justificar su incompetencia.
Por un lazo la culpa de sus “males” es el Gobierno Central y por otro lado presionan a los municipios para que financien con fondos municipales nuevos colegios, centros de salud, servicios sociales, que son de su competencia exclusiva; Creando agravios comparativos, donde hay ciudadanos que pagan dos veces por recibir estos servicios en función de la localidad donde vivan.
Conviene aclarar ante los ciudadanos cuales son las funciones y responsabilidades de las distintas administraciones, especialmente la autonómica. Hoy en día hay una evidente confusión creada y alimentada, en parte, para que los equipos políticos puedan eludir responsabilidad de sus actos. Ya no se rinden cuentas de la gestión publica ante sus parlamentos regionales, la esencia de la democracia. Hoy solo es publicidad y marketing.
Este modelo de funcionamiento de los publico, tarde o temprano será insostenible insostenible, además de ser costoso e ineficiente; se crean duplicidades, se genera una competencia absurda entre Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, para ofrecer servicios públicos mediocres, con una carga publicitaria añadida, que impide una colaboración en beneficio del ciudadano.
Las elecciones municipales de este año, deberían servir para lanzar un debate sobre estos temas, cuanto mas tarde lo hagamos mas difícil será tomar medidas eficaces y eficientes que permitan clarificar el panorama y que los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas hacen la función para la cual han sido creados ofrecer servicios públicos de calidad con el menor costo posible.
