
Llegan noticias del foro de Davos, ese lugar de veraneo de lujo, en Suiza, donde cada año se reunían lo mas granado del mundo capitalista, político, intelectual, escuelas de negocio, grandes corporaciones consultoras y auditoras y economistas mediáticos en un "aquelarre" donde hacían , rezos y oráculos a la nueva santísima trinidad "libre mercado" , "globalización" "Eficiencia del sector privado". En los foros de Davos estos nuevos sacerdotes y obispos rezaban en sus "capillar" sobre sus bondades y beneficios y "satanizaban" toda política intervencionista, de corte social que se aplicaba en la "vieja" y "decadente" Europa. Este año han cambiado las cosas, ya no están los "sumos"sacerdotes políticos, Bush ha desaparecido y a Obama no le interesa esta ilustre "secta" tal como esta ahora al que les ha llamado "sinvergüenzas", Sarkosy anda en otras guerras y solo el primer ministro ingles ha aparecido quizás para ensombrecer al líder conservador que el año pasado fue la estrella que se desmorono con la crisis. Esta ilustre reunión de cerebros económicos fue incapaz el año pasado de analizar la información y poder prever lo que ha ocurrido solo 12 meses después; cabe preguntarse que eficacia tiene esta reunión que no sea mas que aparecer algunos segundos en los telediarios diciendo alguna "ocurrencia" sobre la crisis, mas no hay, ni se puede esperar. Aunque algunos beatos y devotos de Davos siguen haciendo predicciones, augurios parecidos a las agencias de calificación crediticia, primos hermanos de la gran estafa que es esta crisis no tienen ni la "magia" de antaño, ni la credibilidad de los hechos que están pasando. Aquí desde España no hay ido muchos, ni empresarios, ni políticos, lejos de verlo como un síntoma de la poca presencia de España en el mundo, creo que ha sido un acto de inteligencia, hay sitios donde no ir da prestigio. Detrás de todo no hay mas que una "intelectualidad" económica liberal, acabada y fracasada que tiene que aceptar a regañadientes que son los "causantes" del problema y que la solución pasa por "mas Estado" y mas intervención, se acabo el falso discurso de estos nuevos profetas, que creyeron dominar el mundo y que han acabado cogidos y perdidos en su misma ambición. Se acabo los mercaderes de "humo", de "sueños" hipnóticos, de ventas de"indulgencias". Thomas Mann escribió a principios del siglo XX " La Montaña Mágica" una novela donde los personajes son enfermos de un sanatorio situado en esas montañas Suizas, se van muriendo de aburrimiento y llegando a realizar acciones estrafalarias esperando la Primera Guerra Mundial que acabara con todos los sueños y aburrimientos. Una novelas que los forofos de Davos deberían tener como libro de cabecera. Siempre decimos por estos pagos que los vientos de montaña y sierras deja a sus pobladores un poco trastocados.