

Soy de los que el día 29 fui a trabajar, consideraba poco eficaz la huelga contra una normativa aprobada por el parlamento, hecha a destiempo y que iba a tener perjuicio para el PSOE, eso respeto los argumentos y las opciones de quienes la hicieron. Pasados unos días y viendo los análisis que se están realizando desde todos los ángulos y prismas sociales, mediaticos y político, hay una corriente de opinión no si mayoritaria o no, que ha empezado a cuestionar la legitimidad, la representación de los sindicatos descalificándoles con argumentos que son organizaciones obsoletas que no tienen razón de ser en este siglo. Curiosamente y en un ejercicio de cinismo algunos de los que cuestionan la representatividad de los sindicatos son representantes de organizaciones empresariales, que se hartan de firmar acuerdos, convenios y pactan ERES y asisten conjuntamente en instituciones representativas donde en principios todos reconocen a la otra parte su representatividad. Sin embargo la linea mas preocupante es los argumentos de ciertos medios de comunicación junto con la "intelectualidad" independiente que comienzan a desgranar la idea de que los sindicatos ya no son útiles en una sociedad del siglo XXI. Quienes animan este pensamiento ponen ejemplos de que los trabajadores de servicios y los llamados del "conocimiento", no han secundado esta huelga. Yo pienso que este cuestionamiento tiene otro sentido mas profundo, mas clasista y mal economicista, no es un debate intelectual, es simplemente el viejo o nuevo neoliberalismo que trata de desmantelar cualquier foco de opinión distinta de su visión del mundo y de la economía, es la visión de los que invierten en la India, Marruecos o China porque la mano de obra es mas barata y no tienen derechos sociales a los que contribuir, es el caso de las empresas de ropa deportiva que explotan a niños y mujeres, es el caso de las empresas gancho de la juventud como MacDonalds que expresamente prohiben los sindicatos y los representantes de los trabajadores. En definitiva detrás de todos estos argumentos deslegitimadores de los sindicatos, de demonizar a los sindicatos hay un criterio xenófobo que es el desprecio hacia el trabajo del trabajador manual, el que no tiene derechos, escaso salario. Ese es el verdadero debate, hemos creído que estamos en la economía de conocimiento donde pensamos que es lo único que aporta valor y riqueza y vemos como a nuestro alrededor hacen falta mecánicos, carpinteros, pintores, camareros, personal de limpieza, agricultores, cuidadores de personas, etc. y los traemos de fuera porque son baratos y con pocos derechos. Esta pobre visión hace que veamos que países con economía tradicional y "antcuada" que basan su riqueza también en la mano de obra son los países que están creciendo a ritmo superior al de los países occidentales. Estas ideas pueden ir calando, que exista un "rechazo" social al trabajo sobre todo cuando es a veces mas manual que intelectual, cuando los valores que imperan en nuestra sociedad no son el esfuerzo y el merito, sino el dinero fácil haciendo lo que sea mediaticamente rentable. Están abriendo una caja de pandora que puede llevar a una brecha social y económica en España mucho mas grave que las revueltas separatistas del siglo XIX.