Al regresar de unas cortas vacaciones veraniegas, este domingo leo en EL PAIS una noticias sobre el peligro que corre la llamada Ley del aborto, debido al bloqueo que puede ocurrir en el Tribunal Constitucional por la "pérdida" del sector "progresista" de un magistrado debido a su fe católica. Si esta noticia la unimos al "espectáculo" que dió el Tribunal Constitucional con el Estatuto de Autonomía de Cataluña, vemos como a veces la voluntad democrática de los ciudadanos, expresada en el Parlamento, es cuestionada por otra institución donde los "criterios" democráticos están sometidos a otros criterios, ocultos, inconfesables, personales basados en la "moral" o "fe" que practican unos individuos sometidos a los criterios y mandatos de la jerarquía eclesiástica. Es incomprensible que algunos Magistrados del Tribunal Constitucional, elegidos por el Parlamento por su "reconocido prestigio profesional e intelectual", a la hora de tomar decisiones importantes se comporten como unas "beatas" o "meapilas" incultos, mas propio de la España antigua y profunda, dominado por el miedo a las sotanas del párroco de pueblo. Todo esto ocurre casi siempre, cuando hay que tomar decisiones sobre los temas de la modernización de la idea de la España plural, (Estatuto de Autonomía), o cuando es la modernizaron de las leyes a la nueva realidad social española, (aborto), por no hablar de la Ley de la Memoria Historias y la persecución al Juez Garzón. Es la España de la hipocresia, aquí no se hacen abortos, eso si al que le pase que se vaya a Londres, nos gusta la España centralistas "madrileña", tradicional, etc. pero si los nacionalistas hacen falta a la derecha pactamos lo que sea. Que bueno era Garzón como juez cuando perseguía a los socialistas y ahora es un impresentable porque persigue a la derecha. Siempre cuando hay o ha habido intentos de modernización del país, de constumbres, de reconocimientos de derechos individuales, aparecen los de siempre, los señores que visten de de negro, los jueces de togas tenebrosas que poco se diferencian de los obispos y párrocos de sotana antigua, olor a incienso de bronca misal dominguera y "excomunión" colectiva por pecadores a todos los que se identifiquen con los socialistas.
Fotografia del Presidente del Tribunal Supremos inclinandose ante un obispo
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