Una noticia de la semana pasada paso casi desapercibida para los medios de comunicación, interesados mas en los grandes temas internacionales y en la necesaria y obligada publicidad institucional, apenas hicieron mención a una decisión que aunque no sea muy popular. Me refiero al "cierre" de la actividad del Parlamento de La Rioja; el argumento que emplea el partido que apoya al Gobierno de La Rioja, en si mismo no deja de ser sorprendente, "para que no se utilice electoralemnte". Al parecer la principal institución autonómica cuyos miembros se eligen por los riojanos, mediante sugragio universal, siendo esta la esencia de su existencia.
En pleno siglo XXI hay un profundo cambio en la forma de entender la Gobernanza de las administraciones publicas bajo los principios de Transparencia, Participación y Colaboración. El Parlamento debería ser la institución que garantice, entre otras funciones, la transparencia de las acciones del Gobierno, mediante los instrumentos de control que tiene establecidos las preguntas, las interpelaciones, las proposiciones. Cerrar la actividad parlamentaria significa "perder" calidad democrática. Esto no es popular, sin duda, pero es importante para que exista un buen gobierno orientado al servicio de los ciudadanos y esto a todos nos interesa, al fin y al cabo lo pagamos con nuestros impuestos.
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