Estado Autonómico, ni neocentralismo eficiente , ni victimismo autonómico

Cuando estos días se alzan voces contra las Comunidades Autónomas, la ultima la del expresidente Aznar, argumentando razones de supuesta eficiencia y eficacia económica, digo voces y no razones porque a este debate solo se aportan sloganes y frases hechas buscando el aplauso facil o el titular mediático, a este coro se unen las opiniones de algunos "tertulianos" provenientes de las Universidad que hablan de eficacia y eficiencia económica, cuando si se aplicaria solo esos mismos criteros a sus trabajos posiblemente desaparecderían Universidades y Departamentos por falta de eficiencia y financiación. En nuestro Estado Autonómico hay ejemplos de duplicidades e incluso que en algunas partidas presupuestaria se pueda hablar de derroche o despilfarro por parte de las CCAA, eso no es óbice para también mirar con el mismo rasero otras instituciones a las que quieren devolver las competencias. Desde mi trayectoria personal he defendido y he participado en el Estado Autonómico, concretamente en de La Rioja, participe con sugerencias en la elaboración del Estatuto de Autonomía en 1981, y posteriormente como Diputado Regional participe en el desarrollo legislativo y en la primera reforma del Estatuto. Desde esta experiencia, mi visión de España como País, no es centralista o madrileña, sino mas bien periférica. Creo que el Estado Autonómico puso los cimientos para resolver una cuestión clave. como era la integración institucional de las regiones con parte del Estado mismo. Esta cuestión estaba pendiente desde hacia cientos de años; solo basta recordar nuestra historia y ver que el tema de la unidad de España ha sido objeto de desencuentros, de represalias políticas, de golpes y pronunciamientos militares, de guerras carlistas y uno de los motivos que justificó el levantamiento militar contra la II Republica que originó la Guerra Civil. La Constitución del 1978 sentó el marco y las bases de este acuerdo entre "españoles" de diferentes ideas y regiones que ha permitido el desarrollo de este País en los últimos 30 años. Regiones olvidadas y condenadas a ser reservas de caza, tierra de señoritos, o provincias perdidas y olvidadas en la "ancha Castilla", como La Rioja, hoy ocupan un lugar, a pesar de su tamaño y población, obtienen unos recursos y tienen voz nacional y europea. Gestionan unos recursos , que con idependencia del color político, que ponen el acento en unas medidas o las priorizan de otra manera; en general el sistema autonómico funciona razonablemente bien, aunque tengan aspectos mejorables como las políticas de gasto que deban ser corregidas. Si se puede achacar un desequilibrio a las CCAA, que no es responsabilidad exclusiva de ellas, es la falta de una correponsabilidad en la regulacion y recaudación de impuestos que les permita financiar los gastos e inversiones. Esta falta de "responsabilidad" total sobre sus ingresos ha generado la práctica de un tipo de politica de "caciquismo de nuevo cuño" basado en el victimismo, donde las CCAA son responsables del bienestar de sus ciudadanos y el Estado es el que perjudica a las CCAA, porque no la financia suficientemente. Superar esta "perversión victimista" es el reto de los próximo años, para ello hay que abordarlo desde la "confianza" en el sistema autonómico y no desde la "desconfianza" y el mensaje del nuevo "centralismo madrileño" al que alientan los poderes economicos y la mayorias de empresas mediaticas, que estan focalizando los aspectos negativos de las administraciones autonómicas que a veces son problemas de cualquier administracion. Debemos superar el falso debate del "neocentralismo eficiente" por un lado y el del "victimismo autonomico" por otro; debemos huir del corto plazo economicista; la organizacion del Estado , la democracia no puede estar sujeto a los intereses del mercado y sectores finacieros. La razon del ser de las administraciones publicas es garantizar, la seguridad, la proteccion la salud, la educción, el Bienestar Social, mediante la prestacion de servicios de calidad. Afrontar el reto de definir como nos organizamos y priorizamos los recursos publico que de como resultado un sistema estable y Constitucional para los próximo treinta años. Debemos olvidarnos del oportunismo o del "bienquedismo mediatice", de las declaraciones altisonantes que no contienen mas que titulares mediaticos sin rigor y con mucho oportunismo personal de quienes las realizan.