martes, 4 de enero de 2011

Ser iresponsable como la rana en su nenúfar


Una de las situaciones más tristes que produce la política española y riojana actual es la situación de bloqueo permanente que se ve sometidas las instituciones democráticas. Nuestro sistema constitucional parte del hecho que para las cuestiones importantes, instituciones o políticas de estado o de región se debería contar con mayorías suficientes y cualificadas que superen el ámbito social y político del partido que gobierna en cada momento. Esto es asi en las reformas de Estatutos de Autonomía, elección de magistrados en el Tribunal Constitucional, además de estas mayorías cualificadas hay otras mayorías "no regladas" pero que la ciudadanía vería de interés que al menos los partidos que tienen opción de gobernar se pusieran de acuerdo, como es ahora la situación económica. No se entiende que en dos años de crisis económica no haya sido posible que los dos grandes partidos políticos PSOE y PP se hayan puesto de acuerdo en algo, si ha sido posible el acuerdo entre el Gobierno del PSOE y algunos partidos regionalistas y nacionalistas. En La Rioja no hubo posibilidad de acuerdo incluso cuando el PSOE renunció a presentar enmiendas a la totalidad de los presupuestos otorgando por adelantado una confianza que no fue correspondida ni por el Gobierno Regional ni por el PP. Así hasta donde vamos a llegar. Ni en educación, ni en una política de infraestructuras o simplemente un marco estable de apoyo a los municipios no han sido objeto de ningún acuerdo o intención de acuerdo por parte del Gobierno regional. Supongo que todos tendrán sus motivos para el. Yo que ya soy mayor, añoro la "vieja" política de la transición donde la voluntad de acuerdo, de sumar apoyos, era un valor a pesar de que los réditos electorales eran escasos. Pero hoy veo que la "irresponsabilidad" en política tiene efectos y réditos electorales a quienes la practican, me pregunto si merece la pena se "responsable" políticamente correcto. Si la carga de "responsabilidad" que nos exige la situación económica y social actual, porque deben asumirla solo los partidos de izquierda, cuando otros solo están esperando y croando como ranas en su nenúfar.

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