Me gusta analizar los sucesos en frío, han transcurrido ya unos días desde el debate sobre el Estado de la Nación y empieza a verse las primeras consecuencias. En el debate el examinado, ZP, acudió con una opinión publica descontenta, por la situación económica, con una política que ha tenido que ser cambiada radicalmente por esas circunstancias; con unas encuestas desfavorables, con los sindicatos preparando huelga general, con una sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, inoportuna, contraria a la voluntad mayoritaria del Parlamento Español, de Cataluña y de los ciudadanos catalanes que crea mas problemas de los que resuelve. Nunca en este periodo de democracia en los últimos treinta años, un líder de la oposición ha tenido las condiciones tan favorables para cuestionar la política del Gobierno y para exponer otra política que ilusionara al país. Era una ocasión para la Política, con mayúsculas, para acuerdos en los temas mas delicados y claves de la actual situación. Ahi esta la grandeza de un político cuando desea representar y gobernar un país. Sin embargo la impaciencia o quizás la soberbia de que solo con convocar elecciones y decir que todo esta mal, era merito suficiente para liderar un país, se equivoco o lo equivocaron los llamados asesores, los ciudadano cuando hay problemas graves como los actuales, quieren ver acuerdos o alternativas, en ningún caso pueden permitirse ver que algún dirigente es como una rana sentadoa en su nenúfar, dejandose llevar, oyendose su propio croar, y esperar, esperar y esperar.. mientras la vida sigue y sigue ...
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